Saludos! aquí les relato mi conversión en Cristo, y todo lo que sentí como una necesidad de mi espíritu, por la que todos los seres humanos pasamos en algún momento de nuestras vidas, no lo dejes para tarde. Hazlo ahora que estas vivo. Un domingo un amigo que vive en el interior, me dice que le acompañe a la Iglesia Mahanaim de la capital, yo accedo a la invitación. Cuando llegamos el domingo a la iglesia, todo normal, las demás personas llegando y saludándose unos con otros entre bendiciones y acomodándose entre sus asientos.
Nos sentamos mi amigo y yo, y de repente, en mi mente mientras seguía la concurrencia, sucede en mi, otro mundo paralelo. Sucede que siento, que soy recibido por un grupo de personas buenas como 5 o 6 más o menos, no podía contar exactamente cuantos eran, pero podía percibirlos a todos. Uno de ellos al parecer el guía me ve y dice alertando a los demás: “Oh pero mira quien esta ahí ".
Nos sentamos mi amigo y yo, y de repente, en mi mente mientras seguía la concurrencia, sucede en mi, otro mundo paralelo. Sucede que siento, que soy recibido por un grupo de personas buenas como 5 o 6 más o menos, no podía contar exactamente cuantos eran, pero podía percibirlos a todos. Uno de ellos al parecer el guía me ve y dice alertando a los demás: “Oh pero mira quien esta ahí ".
Inmediatamente me da la sensación de cómo ellos actúan y de su misión conmigo en ese momento y del nivel jerárquico que había en el grupo, es decir, percibo que entre ellos existe la unión, la comunicación, el amor, la paz, el servicio, la guía, la democracia, lealtad y fidelidad los unos a los otros.Además veo que solo uno tiene el permiso para hablarme y que al final todos ellos le deben cuenta de lo que hacen a su líder y luego todos juntos deben dar cuentas a otro ser con mayor poder y jerarquía que ellos.
Luego de esto, el único que puede hablar del grupo me dice: “ Si deseas puedes ponerte “ y donde me decía que me colocara era una pared blanca sin ningún roto o desnivel, aparentemente se veía una pared normal ,pero esta pared hacia cosas, yo nunca me imaginaria por el proceso espiritual que estaba atravesando y de todo lo que esa pared me iba a transformar ( todo esto sigue pasando dentro de mi mente como si fueran dos mundo paralelos ).Inmediatamente me coloco delante de la pared, y siento que esta comienza a medir cosas dentro de mi, ¡¡La pared es un medidor!!
En ese momento me veo lo agarrado y apegado que estoy a la vida, a no querer dejarla, a no querer desprenderme de ella, a no querer morirme, primero por uno mismo y por los eres que nos aman y que nos necesitan a nuestro alrededor, a yo querer cambiar y darme la oportunidad de que puedo ser otro ser humano mas libre y con mas paz, además tampoco quiero ser de los seres humanos que se enferman y están en un lecho muriéndose y aceptando al Sr. ya al final del camino de la vida y me veo de arriba abajo y mientras lo hago se crea en mi un nivel de consciencia y me autoanalizo y veo que eso no esta bien lo que siento para mi tranquilidad y mi paz interior, también observo que no debo de tener esa preocupación que debo de liberarme de eso.
Luego de terminado el culto mi amigo me pregunta : “ Que te pareció todo“, yo con esta impresión por dentro de lo que había pasado en mi espíritu, me había quedado en tremendo shock, sin darme tiempo en ese momento a realizar el respectivo análisis de vida existencial que tiene que realizar cada ser humano algún momento de su vida. Al llegar a mi casa, me pongo a analizar inmediatamente lo que me había ocurrido y con quienes mi espíritu se había encontrado.
Me digo a mi mismo de que no debo de tener esa preocupación e inseguridad que estaba cargando mi espíritu y tampoco quería ser de los seres humanos que antes de morir acepten al Cristo y decido que el próximo domingo ( que fue el subsiguiente al miércoles de ceniza para los católicos ) le entregaría mi vida al Cristo para así lograr la liberación, la paz y la protección tanto anhelada. Además, asumo con todo esto que de que El Señor nos da la vida como regalo de amor y yo decido devolvérsela y que me acepte tal cual soy, le entrego mi vida en agradecimiento y reconocimiento de su gran obra de salvación, misericordia y redención hacia la raza humana.
Cuando llego el esperado domingo que toca el momento de hacer la entrega o la conversión hacia una nueva vida en Cristo, llena de seguridad y bendiciones del Señor, decido hacerlo por una necesidad espiritual, hacerlo con amor y aceptando mis pecados delante del Cristo. Siento que al pararme de la silla me siento por dentro como si fuera un grano de trigo, un trigo sin manchas, ya maduro y lleno, optimo. Pero también veo que aquel trigo germinado estaba cubierto por dos cascaras secas, cuando me paro de la silla siento que aquellas cascaras secas se caen inmediatamente y se quedan atrás y aquel trigo germinado camina hacia el altar para que el Cristo haga su transformación y cambio en un buen pan de vida.
Luego de esto siento tanta misericordia del Cristo hacia la raza humana y comienzo a repetir unas palabras que el Pastor indica para que todos los que se convertían en ese momento la repitan en voz alta, comienzan inmediatamente a correrme las lagrimas. Siento que cuando le entrego mi vida al Cristo, el me la devuelve, que es un regalo para mi, para que yo la viva en sus bendiciones, y veo que cuando entregamos nuestras vidas al Cristo el no se queda con ella, ni tampoco nos neutraliza, es decir, seguimos normales, pero con muchas cosas que a través del Espíritu Santo nos van moldeando y nos van arreglando ( sanando, curando y neutralizando ).
Después que termina todo que me voy rumbo a mi casa, oigo una voz sin ningún sexo, con vibración y tono perfecto que me dijo : “ TE LIBERASTE “. Con todo esto lo que quiero expresarles , es que la vida es un regalo de libertad que Dios nos da para un buen uso, un ragalo de amor que debemos cuidar, entregamos nuestras vidas al Cristo y reconocemos su obra, y el Señor ve gracia en nosotros y nos retribuye, nos devuelve de igual forma pero mejor y arreglando, moldeando, cuarando, sanando y neutralizando lo que nos hace falta tanto de forma espiritaul como fisica, por que El sabe nuestras necesidades antes de que se la digamos, pero El quiere oirlo de nuestros labios, además este pacto nos da la seguridad de que el Señor siempre esta a nuestro lado, no importa en la situación que estemos envueltos. El esta ahí, no lo dudes nunca.
Bendiciones sean contigo.
Hamlet Peña.
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